Mira, otra mujer que solo sabe hablar de amor
Sobre la importancia de hablar del amor bonito y sano
Si me sigues en Instagram o TikTok desde hace unos años creo que podrás notar un cambio que ha sido progresivo, un tanto lento, pero del que le hablaba a Jonas (mi pareja) el otro día: ¡hace meses que todo lo que hago es hablar/escribir de amor! Hace más de diez años que escribo en redes sociales y el comentario que tal vez más he leído es que las personas que me seguían siempre volvían a mí cuando tenían el corazón roto porque las ayudaba a sentirse comprendidas.
No las culpo, en realidad escribir de desamor es una de las cosas que mejor sé hacer. Escribir de ese sentimiento punzante de darte cuenta de que la persona a la que has amado durante tanto tiempo ya no está es algo que, incluso hoy, en medio de una relación preciosa, todavía puedo sentir en el fondo del estómago como un rebote automático. Por eso, incluso cuando durante estos diez años he tenido momentos de estar muy enamorada (nunca, honestamente, tanto como cuando escribo esto, pero realmente había sentido cosas auténticamente bonitas), no me sentía con el “derecho” de escribir solo de amor. Porque al amor lo vivía, porque al amor de alguna forma lo daba por sentado porque pensé que nadie necesitaba acompañamiento cuando está enamorado sino que, por el contrario, la verdadera compañía era necesaria en el desamor.
Como muchas otras veces en la vida, estaba equivocada.
Y de eso me he dado cuenta estos meses, cuando cada vez con más apertura hablo de la experiencia tan preciosa que es encontrar a tu persona, cuando me senté frente a una cámara a hablar de lo increíble que se siente ser querida, deseada, ser el centro de una vida que construyes con otra persona, y me sentí bien. Sentí que eso era aportar un grano de arena para que personas enamoradas también sepan nombrar lo que sienten, para decirle al mundo que el amor bonito existe.
Porque recuerdo haber estado en relaciones donde me sentía vacía y pensé que era normal, porque recuerdo haber estado medianamente enamorada y creer que pues: ¿qué más podía esperar? Creía que el amor era un cuento que me habían vendido y que tenía que aceptar que el amor no era así de precioso. Amiga, donde sea que estés, si estás leyendo esto, quiero que sepas que lo es. Que el amor se siente como una mañana de primavera cuando el sol te despierta de manera natural y la casa huele a fresco, a hogar. Y que dejé que muchas personas me hicieran creer que perseguía una clase de utopía.
Amor no es nunca tener problemas, pero es tenerlos con alguien que juega en tu mismo equipo y no contra ti, con alguien que apuesta todo porque van a conseguir conquistar el mundo si se lo proponen. Amor es que algunas veces te sientas incomprendida y puedas mirar a tu pareja a los ojos y confesarle que algo te duele sabiendo que le estás mostrando una herida que besará y no que presionará para hacerla sangrar.
Muchos años luché contra el cliché de “es que las mujeres solo saben hablar de amor”. Me avergoncé de lo que escribía y lo conservaba como un secreto. Un novio que tuve hace muchos años me dijo que para que la gente me tomara en serio nunca mencionara a Garganta de algodón como referencia. Ahora, honestamente, no me importa gritarle a todo el mundo que sí, que hablo de amor, que sí, que estoy enamoradísima. Y que puede que no sea algo que encaje con todo el mundo, pero que he conectado con gente preciosa a través de todos estos años siendo transparente con lo que siento, poniendo en palabras mis sentimientos.
Si hace poco que me lees tal vez no sepas de dónde viene Garganta de algodón, y es tan solo esa metáfora de que este es el sitio donde puedo escribir en lugar de llorar. Porque el algodón absorbe y si me aseguro de que mi garganta esté cubierta de él no volverá a existir nudo en la garganta que me impida hablar, esa agua de lágrimas acumulada se irá en forma de letras.
Este mes mi cuenta de Instagram ha alcanzado a más de 7 millones de personas con mis vídeos, es impresionante y, de verdad, no me lo creo. Con esto ha venido mucho amor, pero también mucho odio, gente que me dice que qué bonito pero que seguro mi pareja me engañará con otra, personas diciendo que no les gusta cómo idealizo o grabo momentos de mi relación porque los vuelve falsos, que seguramente es todo mentira. Creo que es una nueva etapa para mí que, tan acostumbrada a estar en un círculo más de amigas, de personas que me entendían al poner en palabras sentimiento, este tipo de comentarios no dejan de sorprenderme.
Intento que me resbale, saber que esas personas no tienen nada contra mí porque al final del día, se han topado con un contenido que no les transmitía lo que yo busco y que está bien, que está bien no encajar con todo el mundo.
Pero, amigas, estoy feliz por todo lo positivo que viene con esto. De ver parejas felices etiquetándose, de ver comentarios preciosos de gente que auténticamente se quiere y que sabe que para tener una relación preciosa hay que trabajar mucho.
Y que hablar de amor es importante. Que no es un tema de mujeres, de niñas, de princesas. No, el amor es un tema de todos. El amor es sentir, es ser humanos, es compartir nuestras vidas, es de hecho, lo más universal que existe. Y qué feliz estoy de que mi experiencia tan particular le hable a mucha gente.
Así que mis días de corazón roto han quedado un poco relegados y ahora dedico mis días a pensar y entender mejor todo lo que constituye estar enamorada, construir una relación, tener un hogar con tu pareja. Y, honestamente, me parece increíble que sea un camino donde no estoy sola porque veo a tanta gente que está haciendo lo mismo.
Que nadie te diga quién tienes que ser, de qué está bien hablar, de lo que deberías compartir o no. Cada una elige qué mostrar de sí en redes sociales y yo he decidido mostrar mi amor porque quiero decirle a la gente que es un sentimiento precioso y que, trabajado con la persona adecuada, se convierte en la aventura más increíble de la vida.
El fin de semana pasado unas amigas nos visitaron y nos dimos una pequeña escapada a Brujas, así que te muestro estas fotos de felicidad auténtica con días de sol por si necesitas un rayito de energía en tu día.
Te mando muchas fuerzas recargadas de cafeína y un abrazo enorme hasta donde estés. ¡Nos leemos pronto!
Hay casi dos años que te conocí y te vi cambiar mucho. De una persona muy frágil, timida, insegura desde una persona fuerte y muy muy muy feliz. Este encuentré tambien en tus cartas. Leo esta carta 4 veces, para entender todo 😉, y cada veces estoy tan emocionada. Sigue a escribir cualquier la gente dice. Me gustan mucho tus cartas. Siempre espero con impaciencia tu proxima carta. Gran abrazo.
me encantan estas cartas (creo que ya lo sabías, pero nunca está de más recordarlo) esta en especial me ha gustado, porque si, eras como el lugar al que ibamos cuando nos rompían el corazón, incluso sino estaba roto, tus palabras nos hacían sentir como si lo estuviese (así de poderosas son tus letras) En este momento estoy pasando por un ruptura y tus textos y videos cargados de amor me hacen creer que si, que existe ese amor para mi también (quizás también deba irme a Europa 😂😂😂) Y al igual que tú, me siento sorprendida de cómo le gente te ataca por vivir tu amor, cómo les molesta que lo compartas, porque me parece ilógico que no comprendan que si existe el desamor, es porque también existe el amor.
Un saludo desde esta parte del mundo y por favor, no le hagas caso a esa gente, los que amamos tu contenido (amor o desamor) somos más.