¿Es normal sentir celos?

Sobre establecer límites en nuestra relación

Es una definición aparentemente simple pero que conlleva consigo no solo muchos significados e implicaciones a nivel de la persona que lo experimenta y quien los causa, sino una historia completa detrás.

Hoy leía a una lectora en mensajes privados que me decía que experimentaba unos celos tremendos y que estaba consciente de que era porque creció viendo que era una dinámica muy normal: estaba en sus padres, estaba en sus parejas a lo largo de su adolescencia, estaba en los medios de comunicación con famosos. Y que casi siempre tenían un buen fundamento, porque había una infidelidad de por medio. La fidelidad parece ser un premio y no lo normal, parece que habrá que agradecer que nuestra pareja nos sea fiel en lugar de dar por sentado que no lo hará.

Y, honestamente, qué terror da vivir en un mundo así. Un mundo donde TikTok, las noticias, nuestros círculos se llenan de historias de personas que no pueden mantener un acuerdo común.

Y lo puedo entender, en un mundo donde en los últimos años Tinder ha tenido más de 10 millones de descargas a nivel mundial con 70 mil millones de matches no me sorprende que pensemos en el mundo de las citas como tener un menú infinito en el que no quieres quedarte con antojo de nada. 

Pero, ¿está bien cerrar el mundo de posibilidades de probar el menú completo para ser fiel?

Depende. Vamos a empezar por lo clave: la fidelidad tiene implicaciones y significados diferentes para cada pareja. Y quien tenga una pareja sin entender los límites que tiene su relación en pleno 2023 me parece una locura. Hablar de dónde está la línea que no podemos cruzar para no herir a nuestra pareja me parece el mejor punto de partida para evitar los celos que se puedan causar en el presente y a futuro. Porque en una relación abierta mantener relaciones sexuales con otras personas puede estar completamente ok mientras que en otras parejas incluso mandar mensajes insinuantes es considerado infidelidad por ambas partes.

Establecer límites no significa tener unas reglas fijas como si fuésemos un partido de volleyball, las reglas están siempre sujetas a cambios, pero solo si ambas personas llegan al acuerdo de cambiarlas. No puedes jugar con tus propias reglas y después querer “rehablarlo”. No, en las relaciones todo funciona a base de acuerdos y ambas partes tienen que estar dispuestas a seguir el mismo camino para continuar tomadas de la mano, al menos esa es la metáfora que yo encuentro a la hora de pensar en una relación de pareja.

En el camino también entiendo que nadie es perfecto, que hay momentos donde podemos dudar, donde nos podemos sentir atraídos por otras personas, pero tomar acción sabiendo que tenemos un acuerdo con nuestra pareja es decidir. Tomamos decisiones todos los días y nuestra relación se basa principalmente en lo que decidimos: parecería destino, pero el amor es realmente decidir quedarte junto a alguien y que esa persona decida lo mismo. Por eso, tomar la decisión de hacer un acto que hemos pactado con nuestra pareja como hiriente tiene consecuencias, pero considero injusto que vivamos toda la vida preocupados de: “¿y si mi pareja toma esta decisión y me hiere?”, bueno, no lo sabrás hasta que suceda pero vivir llena de celos, vivir en escenarios que aún no existen, a la larga causan más daño que bien.

Y sé que es muy fácil para mí decirlo aquí, en esta newsletter escrita desde la comodidad de mi casa, porque todas cargamos cosas diferentes en la mochila de nuestras vidas, pero esa decisión la tomé hace un tiempo: voy a confiar hasta que me demuestren lo contrario.

Táchame de ingenua, pero mi pareja merece mi voto de confianza sin importar el hogar donde crecí, el daño que me hicieron mis parejas en el pasado o el hecho de que a Rosalía le hayan sido infiel. Porque tengo un libro en blanco frente a mí y añadirle capítulos de otras historias pondrá trabas para construir una novela auténtica que se trate de nosotros.

Y eso no significa que nunca sienta celos, o que nunca me pregunte cosas, sino que cada vez que uno de esos pensamientos se asoma hago lo posible por ahuyentarlo, lo pongo en la mesa con mi pareja, expreso lo incómoda que me ponen ciertas cosas. Y vemos, juntos, cómo vamos a trabajar en esto como un equipo.

A veces cuando hablo del amor me da miedo de que la gente piense que lo idealizo porque, honestamente, todo lo que escribo, pongo en vídeos o en mi contenido es real. Es mi realidad y me hace tan, pero tan feliz que todo lo que puedo desear es que todos tengan a esa persona que se sienta como hogar, que todos vivan un amor auténtico que se trabaje entre dos. Recibo constantemente comentarios de que todo será así hasta que mi pareja me ponga los cuernos -en mis vídeos es uno de los comentarios más constantes cuando el contenido se vuelve viral-. Bueno, si eso sucede, que lo dudo, de verdad, porque mis límites y los suyos están más que hablados, nadie me quitará este episodio de felicidad y confianza absoluta.

Y me gustaría que intentaras hacer lo mismo. Que creas en tu pareja, y que tu pareja crea en ti, que pongan límites y que trabajen juntos por retrabajarlos cuando sea necesario pero sobre todo que nunca los crucen para no herir al otro.

Espero que esta newsletter te ayude si estás pasando por una etapa de celos, que veas aquí un reflejo de algo que te preocupa y te ayude a despejar dudas, o que simplemente te haga felicitarte por cómo estás llevando tu relación, que aquí yo hablo de parejas pero creo que aplica en todo: amistades, familias, en fin, que en los vínculos que nos unen con otros siempre hay acuerdos y romperlos es también quebrar la confianza que otros depositan en nosotros. 

Y que esto es un camino de aprendizaje constante. Aclarar, también, que no soy psicóloga, soy solo una persona que ama poner en palabras lo que siente y que cree que tiene amigas del otro lado de la pantalla y le gusta ser la amiga que da consejos.

Y tú, ¿has experimentado celos? ¿Cómo los controlas?

Te abrazo en la distancia. Nos leemos pronto,